10 sept 2014

DELINCUENTE CONFESO



"Si quién delinque confiesa el delito cometido, 
la palabra "presunto" deja de tener lugar"



    Como la corrupción es algo que viene de antiguo, aunque ahora sea de actualidad rabiosa, amparado en la libertad de opinión, me permito referirme en este espacio al daño que han hecho Jordi Pujol y su familia a Cataluña, con sus constantes y solapadas golferias. El escándalo es de tal dimensión, que el señor Pujol no solo ha hecho añíscos el buen nombre de esta tierra y sus gentes en los más de veinte años que ha sido presidente de la Generalitat, si no que con su insaciable avaricia nos ha puesto a la cabeza de los países mas corruptos de Europa. Aprovecharse del cargo para abusar de los honrados ciudadanos que han confiado en sus gobiernos durante casi ¡treinta años! no es un delito menor.
    El trapicheo que se traen con el dinero de todos, vía Andorra, Suiza, o la Conchinchina, . . . para acabar engrosando cuentas a nombre de empresas fantasma vinculadas a familiares directos, o testaferros sin escrúpulos, después de todo eso, si la justicia actuara sin contemplaciones (que no lo hará) estaría más que justificado. Se ha propagado tanto este escándalo, que a la familia Pujol Ferrusola le llueven cataratas de toda clase de insultos y calificativos ofensivos desde los cuatro puntos cardinales, y no es para menos.

DE MOLT HONORABLE PRESIDENT
A DESPRECIABLE DELINCUENT

Y es que los receptores de esos millones robados al erario público, parapetados en la "honorabilidad" del patriarca del clan, han acumulado fortunas no declaradas y se pasean libre y abiertamente como si la insultante inmoralidad con que han actuado no fuese con ellos. Sin embrago, muchas familias decentes que cumplen religiosa y responsablemente con sus deberes de ciudadanía, una tras otra van cayendo como moscas en el pasto del hambre sin que la justicia se preocupe de su situación, ni los políticos de turno (yo diría que de relleno) tampoco.

    Como ciudadano de Cataluña, con derechos y deberes, desde los negros tiempos de la dictadura, he proclamado a los cuatro vientos y sin dobleces, sentirme profundamente orgulloso de serlo. Ya en democracia, nunca voté a la coalición CIU ni a ninguno de los grupos que se hayan declarado nacionalistas, menos aun a los nacionalistas de derechas, por aquello que oí decir al recordado Marqués de Villalonga, que alguna experiencia tendría. "Si un asalariado vota a la derecha, cuando menos, comete una soberana estupidez". Aunque siempre acepté la voluntad de las urnas, por creer que en democracia es lo correcto.

     Lo de la familia Pujol se ha hecho público de manera sorprendente para el conjunto de los españoles y en particular a los catalanes de bien. El mismo señor Pujol confiesa tener en Suiza, durante muchos años, un dinero heredado de su padre, y que lo ha tenido tanto tiempo sin declarar "por no encontrar el momento de hacerlo". Tal vez la cantidad es tan irrisoria -pensamos unos- que ni valía la pena tenerla en cuenta. O por el contrario -pensarán otros- la cantidad es tan sustanciosa que no lo hizo por si nos recordaba la implicación de la saga de los Pujol en el caso, casi olvidado, de Banca Catalana. De cualquier manera, gracias a los medios de comunicación, sabemos las atrocidades (algunas presuntas) que otros líderes políticos han cometido a lo largo y ancho de la geografía española. Han sido tantos los que han atentando contra el bolsillo y la moral de los ciudadanos que dicen representar, que el descontento general de la población ha propiciado que afloren personajes ilustrados políticamente, de nuevas generaciones y con inquietudes anti-sistema, que por puro empeño intentarán demostrar a la mayoría de ciudadanos que los españoles merecemos otra cosa.


El humilde mortal que esto escribe, ni afirma ni niega. Todo será cuestión de usar la calma y esperar un poco más, a ver si al señor Forges se le da ocasión para añadir una cuarta mano tendida que signifique fraternidad.













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