4 jul 2010

No se si vale la pena comentarlo.

Hoy, dando mi recomendado paseo matinal en el parque que hay cerca de casa, observo la gran cantidad de perros, de toda raza y tamaño, que ocupan el lugar por donde los niños mas pequeños suelen jugar, generalmente son espacios sembrados de cesped.
¡Eso que son espacios señalizados (más bien diría "adornados") con unos cartelitos donde dice; "perros no"!.
Confieso no tener nada contra los animales y menos contra los perros. Pero eso de que los niños "gateen" en la hierva por donde corretean, orinan y defecan los canes (aunque el cuidador del perro recoja el "testigo" y lo deposite en la papelera más próxima) no me parece nada saludable. Los niños, cuando aun son pequeños, suelen llevarse a la boca casi todo lo que cojen con sus manos y hay que vigilarles constantemente. Y los perros, por bien educados que estén por sus amos, igual lamen una herida que la cara y manos del niño incluso una m... si se les pone delante. Y no culpo a los niños ni a los perros y menos a quienes ejercen de canguro, ni a las tatas o los abuelos/as que empujan el cochecito del niño, de tan alegre o libertino proceder. Mi rechazo a este tipo de actuaciones por parte de las personas adultas que sacan al perro para que haga todo aquello que en el piso no puede hacer es por que, con un mínimo interés, el civísmo sería una asignatura facilísima de aprobar con nota alta, seguro.
Esto mismo lo comentaba con un vecino y me decía:
-"Tenga calma, que cuando superemos la crisis y se arregle lo de toros sí / toros no y la gente vea bien eso de no fumar en espacios públicos cerrados, verá como alguien se preocupa de solucionar el abandono que padecen nuestros parques públicos y le da solución".
Bueno, bueno... dije yo.
Saludos y suerte.
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