7 may 2008

DESEOS

Después de muchos años sin vernos, ni hablarnos, me llama por teléfono un viejo amigo (de la infancia) y después de saludarnos se produjo un silencio de varios segundos, porque a ambos nos había emicionado oirnos nuestra propia voz. En el tiempo que transcurrió la coversación, quisimos recordar tantas cosas, tantas ilusiones compartidas, que quedamos emplazados a encontrarnos lo antes posible y contarnos uno al otro lo mas significativo de nuestra mini-historia personal.
Solo adelantaré que la filosofía de este buen amigo se basaba en el cumplimiento de tres deseos: tener un hijo, plantar un arbol y escribir un libro. Y como los tres se habian cumplido, ya se daba por satisfecho.
Yo le felicité, claro, por notar la alegria con que me lo comentaba y en reconocimiento a nuestra nunca perdida amistad
Después se rió mucho, porque le dije que en mi caso no eran tres deseos cumplidos si no cuatro.

¿Pues cómo lo has hecho? -me respondió lleno de curiosidad-.

Escucha, cuando habia logrado cumplir los tres deseos mentados, para que no desaprovechara mi tiempo libre, ya jubilado, mi hija me regaló una caja-necesé con todo lo necesario para pintar al óleo y ahora es una de mis aficiones preferidas. ¡¡ Hasta ella dice que lo hago bién !!. Ya ves.
-Claro, así sí, pero es que yo no tengo una hija ...
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